Ciclistas de pandemia disfrutan del paisaje natural en Barranquilla, enamorados de la bicicleta mountain biking.
Son un grupo de aventureros a la caza de emociones urbanas en medio de la naturaleza, desde tempranas horas un sábado por la mañana organizan su equipo y elementos de protección y seguridad, para emprender el recorrido que los lleva hasta un pequeño oasis natural, al que llaman Puerto Escondido.
Bicired del Caribe es el colectivo al que pertenecen hombres y mujeres de distintas profesiones y actividades, que se autodenominan ciclistas de pandemia.
Decidimos acompañarlos para vivir la experiencia, en medio de la maleza, cerca de un lago artificial que se ha formado en la pequeña montaña. Rosiris Viana, edil de la localidad Norte Centro Histórico es una de las organizadoras de las actividades que se desarrollan especialmente los fines de semana.
Ella es acompañada por un grupo especial de seres humanos que necesitan experimentar aventuras en medio de las cotidianidades de una pandemia, a la que el mundo se va acostumbrando.
El lugar descubierto por estos aventureros está en zona privada, sin embargo, es un sitio al que se accede atravesando la cerca de alambres que demarca el límite de esa propiedad ubicada al norte de Barranquilla, resguardada por el secreto de los soñadores con ideales ambientales.
Efraín Vilviescas es el representante legal de Bicired del Caribe, él espera que Puerto Escondido siga oculto a los ojos del desarrollo urbanístico que ya está llegando a la zona, en la que un lago rodeado de abundante vegetación y fauna acoge a los turistas natos, de la convulsionada capital de vida.
Sindy Reales es empleada de la Alcaldía y se sumó a este grupo para buscar una salida a la angustia existencial que representa más de un año de encierro por la pandemia y aislamiento obligatorio
Afirma que es necesario abstraerse de los problemas que representa la vida laboral y la convivencia en tiempos de incertidumbre.
Para William Carreño un piloto de kart que ha debido cerrar su negocio por el confinamiento, salir en bicicleta es una nueva experiencia que en adelante, aun cuando vuelva a abrir su pista de kart, se va a quedar con él para el futuro.
Cuenta que al inicio del confinamiento debió cerrar su negocio y se dedicó a comer, lo que de manera acelerada le hizo subir de peso. «Un amigo me invitó a montar bicicleta, confieso que es una experiencia agradable y ya me enamoré de este caballito de acero», afirma Carreño.
Puerto Escondido fue el primero de los puntos de recreación que visitamos con este colectivo ambiental, para conocer sus preferencias en recreación y salud.
Seguramente en nuevas oportunidades veremos en lugares paradisiacos del Caribe a estos aventureros del pedal que se autodefinen soñadores.