La construcción del nuevo puente hace realidad el sueño de volver al progreso.
Casi siete décadas debieron esperar los habitantes de Soplaviento (Bolívar) para volver a mirarle la cara al desarrollo. El gobernador de Bolívar Vicente Blel inspeccionó las obras de construcción de un nuevo puente sobre el canal del Dique, el cual está en el 95% de avance.
En 1951 durante el Gobierno de Rafael Urdaneta Arbeláez, un presidente conservador que se dejó llevar por la polarización política, fue retirado de Soplaviento el majestuoso puente giratorio que allí existía y el pueblo fue sometido al abandono estatal.
«Aquí tiene señor presidente a una mujer liberal, que respeta la institucionalidad, pero jamás renunciará a sus derechos», fueron esas las palabras de la profesora Josefina Castillo, a quien los soplavienteros llamaban la seño José, una aguerrida dirigente cívica quien expresaba con orgullo su militancia activa.
Cuentan los mayores que ese puente giratorio era la llave de ingreso al progreso de una comunidad que por entonces veía pasar el movimiento de pasajeros y carga para unir al Caribe.
El puente tenía un eje anclado al fondo del Canal del Dique y giraba para abrirse de tal manera que le daba paso a los buques que transportaban combustibles y otro tipo de carga entre el Puerto de Cartagena y el Río Magdalena a la altura de Calamar.
Ahora que han pasado 69 años, desde aquel fatídico momento en que se ordenó el desmonte de la estructura, los habitantes de Soplaviento guardan la esperanza de resurgir entre sus cenizas como el Ave Fénix.
Hasta hoy dependen del comercio de un municipio al que siempre han estado conectados por el canal del Dique, es San Estanislao o Arenal, en dónde empresarios imponen sus reglas de juego monopolizando la ruta terrestre hacía Cartagena y Barranquilla.
Con la nueva obra, aunque no tienen las características del antiguo puente por el que pasaba el tren de la época, Soplaviento vuelve a darle la cara al progreso.
La construcción tardó 24 meses y ya está listo para ser entregado en próximos días. En medio del aislamiento por la crisis que ha generado el Covid-19, Soplaviento es uno de los municipios que va a recibir una obra majestuosa por la que sus sufridos habitantes debieron esperar casi 69 años.